CONSENTIDA
(Núñez de Borbón)
Llevo tantas penas en el alma,
que al mirarte a ti nunca pensé,
que pudiera al fin, otra vez poner,
en un nuevo amor, mi fe.
Aunque lo pague con el precio de mi vida,
aunque comprenda lo que tengo que sufrir,
puedo jurar que tu serás mi consentida,
y que a nadie quiero tanto como a ti.
Haz que contigo mi clavario se haga santo,
ya no me importa lo que digan los demás,
mi corazón se ha de quedar entre tus manos,
cuando al fin esté cansado ya
de tanto amar.