DESESPERANZA |
(Gonzalo Curiel) |
Te llegué a querer mucho |
insospechadamente, |
ni yo mismo me explico |
tal modo de adorar. |
Y queriéndote tanto |
te me vas de repente, |
te me vas sin que pueda |
tus besos alcanzar. |
Cuánta desesperanza |
qué vacío tan profundo |
repicar de campanas |
en mi tarde mortal. |
Y todo el desconsuelo |
regado por el mundo, |
parece que en mi alma |
se ha venido a congelar. |