SINOPSIS Novela “EL NIÑO CLONADO” Autor: Enrique Mascareñas S. Esta novela de Ciencia-Ficción, está basada en hechos científicos verdaderos hasta el año 2002. A partir de entonces, plenamente convencido de los adelantos de la Ciencia Genética y la Biotecnología, me atrevo a futurizar lo que sucederá en materia de evolución humana en el transcurso del sigloXX. La novela contiene ciertos pasajes de mi existencia y experiencias vividas, algunas tan crudas como reales que me sirvieron para desahogar dolorosos sentimientos largamente aprisionados en mi mente; tiene también el objeto de enseñar -de una forma sencilla- al lector medio, el conocimiento de la Genética para que pueda entender posteriormente los grandes temas polémicos (tratados en capítulos posteriores), que desatan los adelantos de esta Ciencia desde el punto de vista: religioso, ético, antropológico, filosófico, político, legal, etc. El libro contiene la historia cronológica de un científico llamado Enrique Bernier quien escala la Ciencia Genética hasta alcanzar el Doctorado en Genética Molecular. Procrea junto con su bella esposa Eva, un simpático e hiperactivo niño, Quiqui, que es la dicha y la alegría de ese hogar. El científico es víctima de la adversidad al padecer un cáncer testicular que lo lleva al grado de infertilidad pasando por una serie de angustiosas situaciones, desde complicadas operaciones quirúrgicas hasta los drásticos tratamientos de quimio y radioterapia. En el transcurso de su formación profesional, el científico va aprendiendo y compenetrándose en citogenética, fitogenética, reproducción asistida, terapia génica, clonación no humana, etc., que lo capacitan para el futuro y a la vez va sintiendo la presión de los grupos moralistas y religiosos en oposición manifiesta al manejo de embriones, células madre y la clonación humana, viendo de paso otros temas polémicos como el aborto, la pena de muerte, la inmortalidad, la fuga de cerebros, la violencia, etc. Cuando Bernier forma ya parte del equipo investigador del Hospital Universitario de Arizona, con sede en Tucson, es invitado por su jefe científico el Dr. Epstein a acompañarlo como ayudante, al Congreso Mundial de España, donde, entre otros trabajos, se realiza una muy interesante Mesa Redonda sobre Genética y Bioética, que es lugar de reunión de cinco ponentes que representan los cerebros más preclaros representantes de las diferentes corrientes del pensamiento; este capítulo nueve es clave para dar luz al lector sobre la confusa problemática de los temas genéticos, pues se enfocan éstos desde diferentes puntos de vista como: el religioso, bioético, antropológico, legal y ateo. Para adquirir el doctorado, Bernier presenta como tesis doctoral un trabajo para detección de cáncer colo-rectal que dicho sea de paso no tiene nada de ficción y que será una herramienta muy efectiva para el combate de esta enfermedad oncológica.
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En el capítulo doce, sobreviene la trágica muerte accidental de Quiqui a la edad de catorce años. Esto provoca un cambio brutal en las vidas de los personajes al grado tal que Eva sufre una grave depresión que la lleva casi al borde del suicidio; no le consuela nada y se niega rotundamente a la adopción o a cualquier manipulación de reproducción asistida. El Dr. Bernier por su parte, se haya destrozado sin poder encontrar una solución, hasta que por fin decide, en medio de un conflicto de valores encontrados, recuperar a su hijo por medio de la clonación, a riesgo de perder su trabajo, su prestigio y su carrera. Convence a su esposa y a sus dos amigos más allegados a colaborar con él en secreto, no sin antes renunciar al reconocimiento científico, la fama y la gloria tras el logro del acontecimiento más relevante de la Historia de la Humanidad, sólo por la satisfacción de realizar un hecho científico sin precedentes y para evitar las críticas mordaces de las que él considera como las fuerzas políticas, religiosas y pseudo científicas más recalcitrantes de la sociedad, y también para no afectar al clon con el amarillismo y sensacionalismo de los medios de comunicación, poniendo en riesgo la tranquilidad y privacidad de la familia. Frente a la tumba de su hijo, el Dr. Bernier sostiene una enconada polémica con la muerte, tan bien estructurada que considero como una de las partes medulares de la novela. La clonación se lleva a cabo con éxito después de incertidumbre y momentos dramáticos y nace un niño al que registran con el nombre de Manuel Alberto, con todas las características físicas y genéticas de Quiqui las que se van comprobando con el paso de los años. Todavía el Dr. Bernier realiza otra hazaña científica al transplantar en ratas de laboratorio, sus propias células testiculares cultivadas, obteniendo así sus propios espermatozoides, mismos que son micro inyectados en los óvulos de su esposa, logrando el nacimiento de una preciosa niña a la que llaman Nydia Annette. Tiempo después otro equipo científico de otra institución científica, anuncia espectacularmente el nacimiento del “primer” niño clonado, arrastrando para si una tempestad de enconadas críticas de parte de todas las inercias negativas, mismas que evitó el Dr. Bernier y su equipo al guardar el secreto hasta que años después cuando Manuel Alberto ingresa a hacer su residencia médica, un reportero científico sigue su huella para demostrar que en realidad se trata del primer niño clonado. El reportero publica en una revista de circulación mundial sus hallazgos, sospechas y elucubraciones, lo que obliga al Dr. Bernier a escribir su libro para contar cómo sucedieron en realidad las cosas. Por último en un epílogo, el Dr. Bernier relata cómo son las cosas por allá en el 2032 pero apegadas a un futuro científico desprovisto completamente de la fantasía, y deja ver la opción para la inmortalidad. El libro tiene la intención de preparar al lector para un futuro evolutivo inmediato de la Humanidad y si el editor entiende el propósito de esta novela no tendrá más remedio que publicarla.
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