CAPÍTULO I

                                                                 ANTECEDENTES HISTORICOS.-

El área donde muchos años después habría de asentarse la población de Nogales, está situada al norte del desierto de Sonora en una región accidentada que conforma un cañón que corre longitudinalmente con inclinación de sur  a norte y que fue paso obligado entre las diferentes tribus aborígenes de la Pimería Alta al sur de Arizona y las del Valle de Magdalena en el Estado de Sonora.
Los asentamientos de la Pimería Alta estaban integrados entre otros, por los Pápagos, los Pima, los Sobaipuris, etc. que vivieron en poblados como San Javier del Bac, Guevavi, Tumacácori, etc. que llegaron a tener importantes núcleos de población; mientras que los del Valle de Magdalena se constituían por varias tribus étnicamente diferentes, entre ellas los Hymeris, todo esto localizado en el Noroeste de México antes de la colonización por los españoles.  (1)
Ya durante la conquista de esta región del País, soldados y misioneros cada grupo con sus propias intenciones se establecieron en el año de 1617 extendiéndose poco a poco por el territorio formando misiones y puestos militares como los de Arizpe, Guásavas, Teuricachi y Cucurpe pertenecientes a la llamada Provincia de Andalucía, desde donde el Padre Jesuita Eusebio Francisco Kino salió hacia los asentamientos del sur de Arizona, la Pimería Alta, pasando alguna vez por este remoto cañón que estaba semi habitado allá por el año de 1693.
En 1752 se fundó el Presidio de Tubác a unos cuantos Km de lo que más tarde sería el pueblo de Nogales y que tenía por objeto la defensa de las propiedades del Virreinato de la Nueva España y eran destacamentos militares que combatían contra la hostil tribu nómada los Apaches que asolaban una muy basta región. (2)
San José de Tubác se hallaba situado cerca del nacimiento del río Santacruz mismo que corre en dirección al Estado de Sonora, el  cual por más de 50 años ha cubierto las necesidades del pueblo de Nogales antes de seguir su curso e introducirse nuevamente al Estado de Arizona.
Cuando México se independizó de España, "al salir el Estado del período español sus problemas se multiplicaron" cuenta el historiador sonorense Eduardo Villa, porque los misioneros y soldados que ayudaban a controlar a los indios fronterizos, debido a la negligencia política y económica del Gobierno Nacional, fueron expulsados, quedando la región a merced de la influencia negativa de la tribu apache azote de la frontera, donde merodeaban a sus anchas. (3)
De 1831 a 1856 impusieron tal reino de terror que casi lograron despoblar la región septentrional de Sonora.
John Ross Browne (1864), viajero incansable que recorrió la región, escribe en Adventures in Apache Country:
"por el camino que va de San Javier a Tubác, que tiene una longitud de cuarenta millas, ví casi otras tantas tumbas de hombres blancos asesinados por los apaches en los últimos años"
"el lado del camino estaba literalmente marcado por los sitios en que se había enterrado a estos desgraciados"
 
Por otra parte las fricciones entre México y Estados Unidos eran bastante tensas, la República Mexicana había sufrido ya dos agresiones norteamericanas, una en 1848 y la otra en 1853.
La debilitada condición del Estado lo volvía presa fácil para los norteamericanos, muchos de los cuales consideraban a México como área de futura expansión para Estados Unidos. Muchos funcionarios norteamericanos admitían abiertamente que codiciaban las tierras del norte de México, en especial las legendarias minas de Sonora. (4)
En 1857 siendo Gobernador del Estado Don Ignacio Pesqueira, los sonorenses odiaban y temían a los norteamericanos.
En poco más de veinte años México había perdido casi dos millones y medio de kilómetros cuadrados a manos de su vecino del Norte, quedándose con menos de la mitad de su territorio original.
Tan solo por el tratado de Gadsden el Estado mismo de Sonora había perdido 72,854 Km. cuadrados de tierra. (5)
Y por si todo esto fuera poco el filibusterismo se hizo común en el Estado, aprovechándose de la buena fe con que el Gobierno del Estado invitaba a la colonización del norte de Sonora.
En esa época Sonora invitó a aventureros extranjeros (franceses de la Alta California) a radicar en su suelo. Sonora estaba indefensa y desesperada y pensaba que si inmigraban extranjeros al Estado podría formarse una barrera protectora entre Sonora por una parte y los apaches y norteamericanos por otra.
Sin embargo la mayoría de estos intentos fracasaron y el Estado quedó aún más expuesto debido a la ambición y egoísmo de estos aventureros que transformaron las buenas intenciones en invasiones. Muchos pagaron sus insanos deseos con su propia vida. (6)
En 1853 México perdió a manera de “compraventa" una extensión de terreno conocido como La Mesilla que afectó directamente a Sonora y Chihuahua, adjudicándose los Estados Unidos la mitad de Arizona y parte de Nuevo México en una extensión de 130,000  Km. cuadrados.
Esta transacción llamada el Tratado de Gadsden fue signada en la ciudad de México el 30 de diciembre de 1853 entre el representante de Estados Unidos, James Gadsden y el Secretario de Relaciones de México Díez de Bonilla.
Por lo tanto hubo de demarcarse nuevamente los límites entre los dos países quedando englobados dentro del artículo número 1, de la siguiente manera:
   Art. 1.- La República Mexicana conviene en señalar para lo sucesivo como verdaderos límites con los Estados Unidos, los siguientes: subsistiendo la misma línea divisoria entre las dos Californias, tal cual está ya definida y marcada conforme el artículo V del Tratado de Guadalupe Hidalgo, los límites entre las dos Repúblicas serán las que siguen:
Comenzando en el Golfo de México a tres leguas de distancia de la costa, frente a la desembocadura del Río Grande, como se estipuló en el Artículo V del Tratado de Guadalupe Hidalgo, de allí según se fija en dicho art. hasta la mitad de aquel río al punto donde la paralela del 31 grados 47 minutos de latitud norte, de allí 100 millas en línea recta al oeste; de allí al sur a la paralela del 31 grados 20 minutos de latitud norte; de allí siguiendo la dicha paralela del 31 grados 20 minutos hasta el 111 grados del meridiano de longitud oeste de Greenwich; de allí en línea recta a un punto en el río Colorado, 20 millas inglesas abajo de la unión de los ríos Gila y Colorado, de allí por la mitad de dicho río Colorado, río arriba, hasta donde se encuentra la actual línea divisoria entre los Estados Unidos y México. (7)
Precisamente en las coordenadas 31 grados 20 minutos latitud norte y el 111 grados longitud del meridiano al oeste de Greenwich, 27 años después sería fundada la población de Nogales.
Los terrenos donde habría de ubicarse nuestra frontera, pertenecían a la familia Elías originaria de San Ignacio desde el siglo antepasado y se extendía desde la misión de Imuris hasta la misión de Tumacácori.
Según los títulos de propiedad de la familia Elías, el 7 de enero de 1843 Don José Elías obtuvo siete y medio sitios y dos caballerías de terreno, medidas empíricas que corresponden a una superficie de 13,209.8 hectáreas y pagaron por ellas la cantidad de 113.1 reales y 10 granos, bautizando su propiedad con el nombre de rancho "Los Nogales" seguramente por la gran cantidad de árboles de nogal que existieron en esos años por estas latitudes, y de los cuales, escasos centenarios quedan testigos mudos de la historia de la ciudad.
En 1853 esta propiedad se vio mutilada con la venta de La Mesilla por el Gobierno de la República, a los Estados Unidos, perdiendo la mitad de sus terrenos y aunque Don José Elías hizo esfuerzos porque se le acreditara su propiedad particular, las cortes fallaron en contra por no tener demarcados los límites con exactitud.
Cuando se hizo realidad la introducción del ferrocarril a Sonora, la familia Elías denunció en 1880 las demasías del rancho, solicitud que fue rechazada.
El señor Juan Pedro Camou adquirió una parte del rancho "Los Nogales" por compra que le hiciera al Lic. Hilario Gabilondo Corella; en 1882 Don José Camou hijo denunció las demasías de "Los Nogales" reclamando una superficie de 4,631.2 hectáreas, arguyendo que era dueño junto con el señor Hilario Gabilondo y otros, pero el Juez de Distrito hubo de suspender la adjudicación hasta establecer si no había perjuicio en contra de la incipiente población de Nogales.
 
Por el año de 1871 el Departamento de Guerra de los Estados Unidos, había asignado al General George Crook la tarea de sojuzgar a los apaches; Crook mejoró las relaciones con México y las autoridades de Arizona porque, como veterano de las guerras contra los indios, entendía los prejuicios de los colonos contra los apaches. Este mejor control y la llegada del ferrocarril a Arizona ayudaron al crecimiento de los asentamientos y al sometimiento de los indios. (8) (9)
En octubre de 1876 los jefes apaches JUH y JERONIMO se acercaron al General Vicente Mariscal, comisionado por el Presidente Lerdo de Tejada para remediar la situación política de Sonora y en forma completamente inesperada, le pidieron que se permitiera a los apaches vivir pacíficamente en Sonora. Las autoridades del Estado accedieron, pero los indios volvieron al saqueo y al robo. (10)
(foto 3) Durante la intervención francesa y la guerra civil norteamericana las relaciones con Estados Unidos fueron cordiales pero, una vez llegada la paz, renacieron los viejos conflictos, aumentaron las tensiones fronterizas y los norteamericanos volvieron a insistir en la anexión de Sonora. (11)
Ahora era por los impuestos y las protestas por los altos aranceles. "Políticamente esta parte de México está tranquila, comercialmente todo está detenido y la Aduana (marítima) está cobrando impuestos completos a todos los bienes importados a su llegada, lo cual ocasiona una insatisfacción general a todos nuestros comerciantes", decía en 1869 el Cónsul Willard. (12)   (foto 4)
 
Con la llegada del General Porfirio Díaz a la Presidencia de la República, mejoraron las relaciones con los norteamericanos, desapareciendo la necesidad para éstos de anexarse Sonora.
Los extranjeros obtuvieron mayor libertad para explotar económicamente el Estado y después del Gobernador Don Ignacio Pesqueira el imperialismo yanqui dejó de ser de índole territorial para convertirse en un imperialismo económico.
Terminaba la década de 1870 el Estado entró en un largo período de tranquilidad, se conciliaron intereses económicos entre los dos países y por insistencia vía diplomática de los Estados Unidos, los comerciantes del Estado y el propio Gobierno de México se abrió, en 1880, el tan ansiado puerto fronterizo puerta de entrada a la costa occidental de México y que lleva el nombre de NOGALES, SONORA, MEXICO.
Bibliografia
1.-  Radding Cynthia
Noroeste de México No. 3
2.-  Braniff Beatriz
Arqueología
3.-  R.K. Wyllyser Padre
Pione
4.-  James Morton Caldlahan
American Foreing Policy
5.-  Robert A. Forbes
Crabb's Filibusterring Expedition into Sonora.
6.- R.K. Willys
The French in Sonora 1850-1854
7.-  Sepúlveda César
La Frontera Norte de México
8-  Crook a Pesqueira, Camp Grant, 9 de enero 1873
La Estrella de Occidente 4 de jul. y 5 de dic. 1873
9.-  Frank C. Lockwood
The Apache Indians
10.- R. Corral
pp 134-135
11- J.F. Rippy 
cita p 282
12.- Despaches from U.S. Consuls in Guaymas.
2 de marzo de 1868, The National Archives.