JINETES EN EL CIELO |
(J. Jones) |
En una noche oscura de terrible tempestad, |
cruzando por el valle |
iba un vaquero en su corcel, |
de pronto vio en el cielo |
con radiante claridad, |
rebaños de mil vacas fantasmas en tropel. |
¡Arre ae, arre aeeoo! en lúgubre clamor. |
Los ojos de las bestias eran brasas al mirar, |
los cascos de sus patas centellaban al pisar, |
sus trágicos bramidos tenían algo de infernal |
sus cuernos eran negros con brillo de metal. |
¡Arre ae, arre aeoo, en lúgubre clamor. |
Detrás de la manada cabalgando sin cesar, |
jinetes celestiales la trataban de alcanzar, |
y entonces el vaquero solitario oyó un voz, |
la voz de su conciencia, |
como una maldición. |
¡Arre ae, arre aeoo, en lúgubre clamor. |
Si quieres salvar tu alma |
y saber lo que es la paz, |
tú debes apartarte por tu bien de la maldad, |
si no tendrás por fuerza |
que seguir siempre detrás |
arreando esa manada toda una eternidad. |