LOS HOMBRES NO DEBEN LLORAR |
(Palmeira, San, Avila) |
Cuando te perdí, |
no me conformé con la realidad, |
un presentimiento en mi pensamiento |
me dio la verdad. |
La humilde casita |
que fue nuestro nido, muy triste quedó, |
sólo tu perfume quedó del recuerdo |
de aquel gran amor. |
Tu procedimiento me hizo padecer |
dejando en mi pecho |
una herida cruel, |
al verte vencida por otra ilusión |
de celos y angustia |
mataste mi amor. |
Dicen que los hombres no deben llorar |
por una mujer que ha pagado mal, |
pero yo no pude contener mi llanto |
cerrando los ojos me puse a llorar. |