LUCES DE NUEVA YORK
(Tito Mendoza)
Fue en un cabaret
donde la encontré bailando
vendiendo tu amor
al mejor postor
soñando.
Y con sentimiento noble
yo le brindé como un hombre
mi destino y corazón,
y pasado ya algún tiempo
pagaste mi noble gesto
con calumnias y traición.
Vuelve al cabaret
no me importa ya tu suerte
ya no quiero más volverte a encontrar
ni verte.
Vuelve ahí cabaretera
vuelve a ser lo que antes eras
en aquel pobre rincón,
ahí quemaron tus alas
mariposa equivocada
las luces de Nueva York
Adiós, cabaretera
Adiós, adiós.