PEREGRINA |
(Luís Rosado Vega, Ricardo Palmarín) |
Peregrina de ojos claros y divinos, |
y mejillas encendidas de arrebol, |
mujercita de los labios purpurinos |
y radiante cabellera como el sol. |
Peregrina, que dejaste tus lugares |
los abetos y la nieve y la nieve virginal, |
y viniste a refugiarte en mis palmares, |
bajo el cielo de mi tierra, de mi tierra tropical |
Las canoras, avecillas de mis prados, |
por cantarte dan sus trinos si te ven, |
y las flores de nectarios perfumados, |
te acarician y te besan |
en los labios y en la sien. |
Cuando dejes, mis palmares y mi tierra, |
peregrina del semblante encantador; |
no te olvides, no te olvides de mi tierra, |
no te olvides, no te olvides de mi amor. |