QUE BOCA
Que boca la tuya de labios de grana
cuando nos dijimos con el beso aquel
que llenó mi alma de inefable dicha
y dejó en mis labios el sabor de miel.
Jamás se me olvida la mirada tuya
y el momento grato en que con pasión
te estreché en mis brazos, te aparté conmigo
y sentí los golpes de tu corazón.
Que nunca se borre de tus labios rojos
la impresión dejada por el beso aquel
que fundió dos almas, al unir dos bocas
y dejó en mis labios el sabor de miel.